Sin políticas de apoyo, muchas actividades de PHS se prestarían dentro del mercado no declarado. Esto es principalmente el resultado de que el precio es menor en el trabajo no declarado en comparación con el precio de servicios declarados (sin políticas de apoyo), pero también por las normas sociales en ciertos países (la aceptación social del trabajo no declarado). En efecto, el sector se caracteriza por un alto contenido de empleo (el precio pagado por los servicios consta casi en su totalidad de los salarios de los trabajadores), lo que implica que la prestación formal de PHS es, en términos relativos, mucho más costosa (si se tienen en cuenta los impuestos, etc.) que la prestación no declarada.

La prestación de PHS en el mercado no declarado en lugar del mercado formal tiene varias implicaciones negativas obvias para todos los aspectos del mercado. La existencia de un mercado de trabajo no declarado significa, por un lado, una ausencia de derechos de seguridad social para los trabajadores en cuestión y, por otro, pérdidas económicas para las finanzas públicas. Para las autoridades públicas, el trabajo no declarado representa una pérdida en contribuciones sociales y pago de impuestos, y para los trabajadores no declarados suele significar condiciones laborales desventajosas y una ausencia de derechos y seguridad social.